El hotel
Todas las habitaciones son suites-apartamento, generosas en dimensiones y en servicios, con una parcela común y una pinada y un olivar, donde un gran jacuzzi al aire libre es la diversión familiar o un relax en pareja o con amigos. La facilidad de acceso y disfrute de todos los clientes es filosofía del establecimiento, que cuenta con baños adaptados para personas con movilidad reducida en todas las estancias, y hasta con duchas de hidromasaje con música y cromoterapia. La línea de los edificios -rehabilitación de antiguos establos de ovejas- es funcional y minimalista, y la decoración interior muestra paredes exentas, baños de diseño y salones con mobiliario vanguardista, en madera, cristal y cuero, con televisiones de plasma y equipamiento de cocina impecable. La luz invade todas las estancias a través de grandes ventanales que nos muestran las llanuras de este sur navarro limítrofe de las Bardenas Reales. Y nos muestran la silueta imponente del Moncayo, nevada en invierno. La cafetería cuenta con chimenea y nos ofrece la posibilidad de hacer barbacoas en el exterior. La libertad de movimientos en su terreno de dos hectáreas muy largas y la libertad que nos dan las suites-apartamento hacen del conjunto un espacio eminentemente funcional y cómodo. El compromiso ecológico es absoluto, las calderas se alimentan con hueso de aceituna, los colores de la construcción se integran en el entorno. La ropa de cama es hipoalergénica y podemos escoger almohada, las televisiones son de 40 pulgadas con entrada USB, las persianas son eléctricas, las puertas correderas, y ante nuestra puerta disponemos de mesa con sillas y parasol. En conjunto, un espacio de libertad y vanguardia.
La cocina
El hotel cuenta con una cuidada carta de productos de calidad, como las verduras de esta Ribera Navarra, buena parte de ellas cogidas de la propia huerta, con distintas variedades de lechuga, que de frescas crujen al bocado, o tomates feos de Tudela, de la mata al plato. Carnes locales, platos como las pochas frescas con virutas de foie, carrillera estofada de cerdo ibérico o bacalao al pil-pil. Precio fijo del menú con vino crianza, 30€.
Actividades
Las Bardenas Reales están a quince minutos del hotel, un entorno magnífico para la bicicleta de montaña y la observación de aves esteparias. A 50 m pasa la Vía Verde del Tarazonica, una senda perfecta para la bici y el jogging. Kayak por el río Ebro, rutas en quad y en segway, recorridos en 4x4 por las Bardenas Reales. El hotel propone también visita y cata a almazaras de aceite y observación astronómica.
Accesibilidad