Esta plaza es en la actualidad el centro neurálgico de la población, aunque no se sitúa en el núcleo más antiguo sino que forma parte del área de ampliación urbana a partir del siglo XIV.
Es el lugar de la población que ha cambiado más veces de nombre. En la documentación más antigua aparece como plaza de Baix (de abajo) en relación a la desaparecida plaza de Dalt (de arriba) donde se situaba la antigua iglesia gótica sobre la cual se construyó la actual iglesia parroquial. Durante este período, las dos plazas se comunicaban mediante dos calles, una de las cuales fue ocupada por el nuevo templo parroquial y, posteriormente, también por algunas casas. En el siglo XVII, se la denominaba plaza del Sitjar (de los silos), dado que debajo de la plaza, y con acceso desde el ayuntamiento, se situaban los silos donde se guardaban los cereales que se pagaban como tributos. Durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX, es citada únicamente como la Plaza o la plaza Mayor. En 1931, a partir de la promulgación de la constitución republicana, se llamó la plaza de la Constitución. En 1938, con la entrada de las tropas franquistas en la población, se bautizó como plaza de España que es su nombre oficial en la actualidad, aunque popularmente se la conoce simplemente como la Plaça.
Debajo de los porches de la Plaza se realizaba el mercado: estaba la carnicería, la parada del pescado, de la cuerda,... También era el lugar de reunión de la vecindad en asamblea municipal y donde el Justicia realizaba sus juicios a la vista de todos. Más tarde y durante unos años, también se celebraban aquí las vaquillas y para cerrar la plaza se hicieron los agujeros en los pilares del cubierto. En la actualidad, aún se hace aquí el mercado, cada miércoles.