El hotel
Villa Nazules es un hotel sensorial, por lo que se siente –el viento en campo abierto, las aguas en su centro spa, el contacto con los caballos de su yeguada, los aromas de su cocina- y por lo que no se siente –el silencio, esa ausencia que nos permite captar los chasquidos lejanos de la perdíz, el canto alto de los abejarucos– y que tanta calma nos transmite. Estamos en las colinas que presagian Toledo, suelo de Almonacid, un paisaje manchego que muestran con generosidad los ventanales de las habitaciones. El edificio no pasa inadvertido, por sus líneas vanguardistas en la inmensidad de este mar de olivos. Y sus interiores son acordes a esa modernidad, con mobiliario que mezcla minimalismos con evocaciones de época. Cueros, maderas, terciopelos. En general mucha calidad, una filosofía que se traslada al cuidado por la mesa, los tratamientos de la zona de aguas o el culto al caballo.
La cocina
Tradicional con un toque de autor en su restaurante Mar de Olivos, que también propone catas de aceites y un menú degustación.
Actividades
El hotel dispone de piscina exterior y de pistas de tenis y pádel, gimnasio y sala de juegos para niños. El Centro Wellness-Spa Agua & Luz para momentos de disfrute y de relax ofrece piscina termal de chorros, jacuzzi, baño turco, ducha escocesa, ducha de esencias y múltiples tratamientos. El Club Hípico San José, contiguo al hotel, ofrece clases de equitación, visita al Club de Carruajes, Museo de Carruajes. En invierno la chimenea francesa, con vistas a los jardines y la biblioteca son unos de los atractivos. Otras actividades favoritas son mountain bike y senderismo. Toledo a 20 minutos.
Accesibilidad
El conjunto del hotel es sin barreras. Habitación con baño adaptado a silla de ruedas. Señalética braille y altorrelieve con numeración de habitaciones e indicaciones en habitación para personas con problemas de visión.
Si usted requiere para su comodidad una habitación adaptada a movilidad reducida o baja visión indíquelo por favor al hacer su reserva.