Este castillo del siglo IX (aunque se han encontrado con restos arqueológicos de la Edad del Bronce, ibéricos y de la época romana) está situado sobre el monte Benacantil.
El sombre de Santa Bárbara porque el día de su festividad, 4 de diciembre de 1248, fue cuando Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio, la conquistó a los árabes.
Tiene tres recintos diferenciados. El primero y más alto, conocido por La torreta y donde se encuentra la vieja Torre del Homenaje. Ofrece una panorámica de la ciudad preciosa. En la parte más alta tiene alguna zona con escalones, pero se puede circular en su mayoría, aunque hay que subir cuestas pronunciadas.
El recinto intermedio, con el Salón Felipe II, frente al amplio Patio de Armas, a cuyas espaldas se hallan las ruinas de la ermita de Santa Bárbara. El Cuerpo de la Tropa tiene una rampa en la entrada, y su interior es transitable.
Y el recinto inferior, donde se encuentra el Revellín del Bon Repós, que hace de aparcamiento.
Puedes subir a él a través de un ascensor, o un camino de cuestas muy pronunciadas, en cuyo recorrido hay miradores con alguna plaza de aparcamiento reservada a vehículos de personas con movilidad reducida. También los hay en la misma entrada del castillo, pudiendo subir en coche. En el mismo castillo hay un recorrido transitable, pero hay otros con zonas y habitaciones con escalones, y cuestas pronunciadas.
Hay baño adaptado, y una plataforma movible que sube hasta el restaurante (hay otros sitios donde puedes tomar aperitivos y que no necesitan de ninguna instalación para su acceso, ya que están al aire libre).
Como anécdota, decir que la imagen de la montaña desde la playa asemeja una cara, recibiendo el nombre de «la cara del moro».