En la calle Cardenal Pla y Deniel, y desde la Plaza Anaya, sobresale sobre el resto de edificios el conjunto que forman las Catedrales Nueva y Vieja.
Siendo uno de los monumentos imprescindibles a visitar en la ciudad, una vez que llegues a la calle mencionada debes recordar que la entrada es para ver las dos catedrales en la misma visita (de hecho el muro derecho de la Nueva se apoya sobre el muro izquierdo de la vieja) y entrando, generalmente, por la puerta que se encuentra frente a la estatua del Padre Cámara, que preside la Plaza de Juan XXIII.
Así la visita comienza por la Nueva, de estilo gótico tardío y barroco, sede de la Diócesis de Salamanca y construida entre los siglos XVI y XVIII debido al aumento demográfico de la ciudad. La construcción comenzó con los arquitectos Antón Egas y Alonso Rodríguez, interfiriendo otros a lo largo del tiempo en la creación de este templo de tres naves más dos capillas (estas dos de Juan Gil de Hontañón y Juan de Álava), y sobreviviendo a obstáculos como el Terremoto de Lisboa.
Tras acabar con la visita de la Nueva continuaríamos con la más antigua, la cual se pensó en derruir al comenzar la construcción de la Nueva, pero se vio la necesidad de mantenerse abierta para el culto mientras se realizaba la nueva.
La Catedral Vieja de Santa María,de estilo románico y gótico, se fundó por el obispo Jerónimo de Perigord y su construcción empezó en el primer tercio del siglo XII y se terminó a finales del XIV.
Dicho edificio de planta basilical, en cruz latina y tres naves, tiene una planta superior para una mejor vista del conjunto, a la que sólo se puede subir por las escaleras.
El conjunto de las dos catedrales es accesible gracias al conjunto de rampas de las que dispone. De hecho, debido a los escalones de la entrada principal hay una rampa colocada en una entrada secundaria para comenzar la visita en caso de necesidad. Aún así alguna de las salas del interior es inaccesible.