Justo en frente de la Casa de las Conchas puedes empezar tu próxima visita con estos dos puntos imprescindibles de esta ciudad tan bonita.
La visita, que solo se puede hacer con guía (por lo que hay que saber los horarios del comienzo de cada una), empezaría por la Universidad Pontificia. Se trata de la más antigua de España, ya que se fundó en 1218 por Alfonso IX de León, siendo consolidada posteriormente por Alfonso X el Sabio como referente frente a las de Oxford, Bolonia y París, estando a la cabeza de las universidades europeas. Entre los ilustres que allí impartieron clases están Antonio de Nebrija, Fray Luis de León o Miguel de Unamuno.
Continuaríamos con la Clerecía. Tras ver el colegio y su Claustro, vendría la Iglesia de cruz latina, con fachada barroca que contiene una espadaña con dos torres laterales diseñadas por Andrés García de Quiñones (también creador del patio).
Las obras se iniciaron por orden de Felipe III y Margarita de Austria (entre los siglos XVII y XVIII), y el nombre de Clerecía se debe a que perteneció a la Real Clerecía de San Marcos tras la expulsión de los jesuitas.
La visita se hace por una puerta secundaria, pues la entrada principal está provista de unas escaleras que presentan una barrera física. Se realizaría por la entrada académica, y habría que avisar al encargado para que nos acompañe. Hay espacio suficiente para una buena movilidad, y un ascensor para cambiar de planta. A pesar de ello hay salas que dificultan su entrada por tener un escalón en la puerta.
La Escañera de Honor no es accesible, y la subida a las torres de la Clerecía tampoco, debido a sus más de 190 escaleras. Hay baño adaptado en zona académica.