Fue elevada a Concatedral en 1959, manteniéndose la capital eclesial de la diócesis en El Burgo de Osma.
EL EDIFICIO
En el exterior, muy sobrio, destaca la portada sur, de estilo plateresco presidida por la imagen de San Pedro con las llaves de la iglesia situada en una hornacina de concha abultada.
La Puerta Santa, a diferencia de la Portada Sur es mucho más sencilla y era la entrada a la Concatedral en la época Medieval, cuando la Plaza Mayor era la actual Plaza de San Pedro, centro del casco urbano de esa época.
En la Torre, de sillería y planta cuadrada, construida con la piedra de la derruída Iglesia de San Miguel de Montenegro, destaca el conjunto de campanas, uno de los más espectaculares e importantes de las catedrales de España.
El interior, de planta salón, cuenta con tres naves seccionadas en cinco partes cubiertas con bóvedas estrelladas sobre enormes pilares cilíndricos y cabecera poligonal.
Cuenta con numerosas capillas: Mayor, San Nicolás, San Miguel, San Saturio, Santísima Trinidad, Santo Entierro, Nª Señora del Azogue, Nuestra Señora de Santa Catalina y entre todas ellas destacan la dedicada al patrono San Saturio, construida sobre la antigua sala capitular y la de San Nicolás, con retablo procedente de la desaparecida iglesia de Santa Clara.
Merece especial atención dentro de los retablos que reposan en el templo el retablo mayor, obra de Francisco del Río del siglo XVI, narrando episodios de la vida de San Pedro.
EL CLAUSTRO
Sin duda, la gran joya del conjunto es su claustro, declarado monumento nacional en el año 1929.
Al mismo se accede desde el exterior por una portada con arco de medio punto del S. XVII junto a la torre, pero también se puede entrar desde el interior del templo por otra portada en el ángulo suroriental.
Esta joya de la arquitectura es de mediados del S. XII y está dotada de grandes dimensiones (30 x 30 metros); se configura como un patio románico de enormes influencias de Silos y conserva tres de sus galerías (la del lado sur se derribó al edificar el templo actual) compuestas con arcos de medio punto sobre dobles columnillas de gran originalidad que descansan en un podio corrido. Sus capiteles de arenisca forman un universo de animales fantásticos, motivos vegetales, alegorías y escenas bíblicas y solemnes.
En el claustro también se custodian algunas trazas de pinturas del gótico tardío y dos peculiaridades a resaltar como son la gran diversidad de marcas de cantería que se aprecian en sus muros y una leyenda en relación a un eclipse de luna que hubo el 3 de Junio de 1239.