Más que un simple mercado, es un complejo de alrededor de 3.000 puestos y tiendas que funcionan en la franja norte de la ciudad y que ya se ha vuelto legendario.
Se encuentra ubicado más allá del barrio de Montmartre. Un poco lejos del centro, pero vale la pena, míralo como una divertida excursión.
En Marché aux Puces o “Les Puces” como es más conocido, pueden encontrar piezas únicas, realmente valiosas. Si eres un cazador de verdaderos tesoros y aprecias los buenos mercados, este definitivamente vale la pena de ser visitado.
Aquí se venden de todo, desde antigüedades, ropa, muebles, accesorios, hasta objetos de menor valor a los que igual muchas veces no nos resistimos. Visítalo con tiempo, hay mucho que ver, y se llena, así que el “tráfico” de curiosos y compradores puede que sea de los que nos impacientan un poco.
Hay siempre presente comerciantes de antigüedades, diseñadores, artesanos y artistas.
Puedes encontrar cosas comunes en los mercadillos como ropa de adulto y de niños nueva y usada, muebles, objetos decorativos como molduras antiguas o espejos, hasta latas súper antiguas, muñecos con más de 100 años, ilustraciones valiosas a precios fantásticos y muchas cosas más, todas las que puedas imaginarte.