Desde los inicios , se destinó este edificio a usos docentes y culturales. En la actualidad, el Palacio de Valdeparaíso alberga diversas funciones entre las que cabe destacar, el de ser la sede de las oficinas del Festival de Almagro, y centro de actividad con exposiciones, conferencias, cursos, talleres y ruedas de prensa.
El palacio está ubicado en una de las calles más importantes, enfrente de una plazoleta. Esta fue una intervención urbanística propiciada por el conde de Valdeparaíso, que derribó el antiguo hospital de las ánimas para dar vista a su casa.
La fachada flanqueada por dos torres, se construye siguiendo el eje compositivo marcado por la portada a cuyos lados se sitúan los vanos, ventanas en el piso inferior y balcones en el superior; las torres, cubiertas por tejados a cuatro aguas se rematan por linternas octogonales terminadas en agujas con bolas.
El patio es cuadrado y porticado en sus cuatro lados por columnas toscanas con zapatas ricamente labradas.
El palacio posee un alojamiento destinado totalmente accesible para las personas que requieran sus instalaciones, tanto para charlas como para obras de teatro.