Edificio romano construido a finales del siglo I d.c. bajo el gobierno del emperador Domiciano (último de la dinastía Flavia), en el cual se celebraban los ludi circenses (carreras de caballos). Manteniéndose en uso hasta mediados del siglo V, se ubicaba cerca del Fórum Provincial de Tarraco, dentro del recinto amurallado. Gracias al uso de las estructuras originales como soporte de las nuevas construcciones en las siguientes épocas, acabó por ubicarse en el mismo centro urbano de Tarragona.
Se conserva y es visitable la cabecera oriental, donde se sitúa la puerta triunfalis y buena parte del graderío. También varias de las vueltas interiores del circo.
Así, puede verse todo su exterior desde las calles que le rodean. La entrada principal (que da a unas escaleras con una torre, por lo que no es accesible dicha parte del complejo) presenta cierta dificultad, por lo que puede que tengamos que comenzar la visita en sentido contrario. La entrada tiene una nave acondicionada como oficina, donde podemos adquirir nuestra entrada.
Se puede realizar la visita del recorrido principal hasta el final, pudiendo llegar a diferentes pasillos secundarios interiores extras. Dichos pasillos tienen varias salas con videos, pero algunas zonas presentan obstáculos en la entrada (por suelo de arenisca que puede presentar un problema para una silla de ruedas), por lo que dificultan la visita para personas con movilidad reducida. A pesar de ello podemos realizar el recorrido principal (gracias a plataformas mecánicas, y rampas). De hecho, una vez en la torre grande, hay una serie de exposiciones de objetos de la época, y dispone de un ascensor que nos permite llegar a todas las plantas. Arriba hay un mirador que nos muestra unas vistas únicas.
Se aconseja llamar antes de ir a visitar el circo si se va a necesitar el ascensor, por la posibilidad de estar estropeado.