La Alcaicería de Granada es un barrio típico de la cultura musulmana, formado por estrechas callejuelas en torno a las cuales se alineaban las casas y se ubicaba el zoco o el mercado donde se fabricaba y vendía la seda. El Gran Bazar de Granada se extendía desde Plaza Nueva hasta la Plaza Bib-Rambla, en el mismo núcleo de la medina islámica, cerca de la mezquita aljama. El origen del nombre árabe es latino. Cuando el Emperador Justiniano cedió a los árabes el derecho de vender la seda, éstos le expresaron su gratitud llamando a todos los bazares al-Kaysar-ia, o sea, "el lugar del César"
En el bazar, además de las tiendas, se podían encontrar fondas para que los comerciantes se alojaran durante sus estancias. Estaba protegido a modo de ciudadela, mediante casa-muro: un cuadrilátero con frentes al Zacatín (o calle de los ropavejeros), Tinte (o calle de los tinteros), Oficios y Bibarrambla, provisto de nueve puertas que daban acceso al zoco, las cuales se cerraban durante toda la noche, impidiendo así el paso, y guardas vigilaban las calles interiores.
Acceder a esta zona es de lo más casual ya que se encuentra en pleno casco histórico de Granada, exactamente al lado de la Catedral y la Capilla Real.
En la actualidad, por su diseño y decoración es uno de los mercados más bonitos de España y una de las principales referencias turísticas de Granada. Encontramos un ambiente bullicioso de tiendas que tienen aspecto de "laberinto" y en las que sin duda alguna disfrutaremos apreciando "la cerámica pintada conocida como Fajalauza, la incrustación de madera o Taracea, infinidad de productos de artesanía árabe, los faroles de cristal coloreado y otros souvenirs.
La Alcaicería es uno de esos rincones con encanto que cuando lo visitas es difícil de olvidar. Pasear por sus callejuelas estrechas repletas de tiendas es como transportarte al mundo árabe.