Antiguo palacio donde Carlos V fijó su residencia tras enamorarse de la Alhambra durante su luna de miel. Mandó su construcción a Pedro Machuca, comenzando en 1527, y pagado con los impuestos recaudados de los moriscos a cambio de poder quedar en Granada. A pesar de todo, Carlos V nunca vivió aquí, y al morir, Felipe II trasladó la corte a Madrid, convirtiéndose en la capital de España.
Este edificio renacentista de 63m2, presenta una fachada cuadrada a pesar de albergar un patio circular de 30 metros de diámetro por dentro con 32 columnas dóricas de piedra, y otras 32 jónicas en la planta superior.
Hoy en día, aquí es donde se encuentra el Museo de Bellas Artes con piezas de la Alhambra. Aquí hay numerosas colecciones pinturas y esculturas, desde el siglo XV hasta el XX. Ejemplo de ello está la escultura de Santa María de la Alhambra (de finales del siglo XV), el gran grupo de El entierro de Cristo (del maestro florentino Jacopo da Torni), el relieve de La Virgen con el Niño (de Diego de Siloé), o La Virgen del Lucero, San Jerónimo penitente en el desierto y la escultura de San Diego de Alcalá de Alonso Cano.
La Puerta del palacio no presenta obstáculo alguno, no como la escalinata que da al gran patio interior. Por ello, en el lado derecho, hay un camino accesible con ascensor que nos lleva tanto al patio como a las diferentes plantas que hacen de museo. Para ello hemos de decírselo al personal contratado, que nos darán las facilidades pertinentes. También disponen de sillas de ruedas plegables, y audioguías.
Hay un parking y baños adaptados en la entrada de la Alhambra.