El Real Alcázar de Sevilla, es uno de los Palacios en uso mas antiguos del mundo. Un palacio que ha vivido distintas etapas en el tiempo, desde finales del siglo XI hasta nuestros días y que desde sus muros ha contemplado la influencia de las distintas culturas que han pasado por Sevilla.
El Alcázar es fiel testigo de la historia de Sevilla, marcada por la diversidad de culturas y los legados que estas han dejado en nuestra ciudad. Pasear por sus veredas extendidas de naranjos y mirtos nos transporta a otro momento, a otra época, que sin duda han marcado la trayectoria de nuestra ciudad.
El Real Alcázar de Sevilla es un conjunto de palacios rodeados por una muralla, situados en la ciudad de Sevilla. Su construcción se inició en la Alta Edad Media. En su realización se han empleado a lo largo de la historia diferentes estilos, desde el islámico de sus primeros moradores, al mudéjar y gótico del periodo posterior a la conquista de la ciudad por las tropas castellanas. En sucesivas reformas se han añadido elementos renacentistas y barrocos.
El recinto ha sido habitualmente utilizado como lugar de alojamiento de los miembros de la Casa Real Española y de jefes de Estado de visita en la ciudad, siendo el palacio real en activo más antiguo de Europa, como recoge la Unesco. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad, junto a la Catedral de Sevilla y el Archivo de Indias en el año 1987.
El amurallado Real Alcázar de Sevilla, es un conjunto palaciego en el que se da una mezcla de estilos (islámico, mudéjar, gótico,…) como resultado de las diferentes culturas que han pasado por la ciudad de Sevilla desde su creación a finales del siglo XI.
Ya desde la entrada a través de la puerta del León se puede comprobar cómo la arquitectura de sus palacios, salas y patios se funden con la naturaleza y vegetación de sus extensos jardines.
Hay un escalón en las proximidades del comienzo de la visita, por lo que en caso de un usuario de silla de ruedas visite el lugar un encargado abrirá unas puerta extensas para la entrada.
Hay baños habilitados para personas con movilidad reducida, y aunque gran parte del Alcázar es accesible hay zonas que no lo son. Determinadas salas tienen escalón y hay una planta alta, sólo existiendo un ascensor para subir a ver el Cuarto del Almirante. Sus jardines son accesibles, pero al tener arena el suelo te encuentras algunas irregularidades, y para llegar a algunas zonas tienes que ir por un camino alternativo que no está especificado.
En las proximidades hay zonas reservadas para vehículos de personas con movilidad reducida.