Inaugurada en 1945 en vista del notable crecimiento de la población de la ciudad, la Rosaleda es el parque más antiguo de la ciudad después del Campo Grande.
La Rosaleda comprende un hermoso espacio de más de 35.000 metros cuadrados localizado junto a la margen derecha del Pisuerga, a lo largo del cuál se extienden numerosos rosales de diferentes tipos que llenan de color y aroma el Paseo de Isabel la Católica durante la primavera.
Además de las rosas, en estos jardines prolifera el mobiliario urbano, de diferente tipo; asientos clásicos de madera, otros de piedra artificial con respaldos y reposabrazos que son macizos de arbustos, y otros bancos realizados en piedra, simulando el color y la forma de la madera, que están realizados en forma de zig-zag.
En el centro de la rosaleda se levanta una gran farola formada por un pedestal de aproximadamente dos metros de altura con forma de octógono, sobre el que se levanta una alta cucaña de hierro, que soporta cuatro brazos metálicos rematados con las farolas, más otro en el centro de las cuatro. En los diferentes paseos hay cuatro pérgolas realizadas con columnas de piedra artificial recubiertas con especies de rosales trepadores.
Hay varios arcos de hierro cubiertos con rosales trepadores y junto a ellos se encuentra una pequeña fuente metálica. A unos metros se halla otro conjunto de asientos y farolas muy similares a los mencionados anteriormente. Los paseos que forman estos elementos son tanto de tierra como embaldosados, estos últimos sobre todo en la zona más cercana al río. Se puede contemplar una gran jardinería de forma ovalada que sirvió de pilón en una antigua cascada que desde hace ya varios años despareció;
La zona más próxima al puente de Isabel la Católica cuenta con una espesa arboleda donde se sitúa una caseta con un zócalo de hormigón imitando piedra mientras que el resto de su construcción es de madera a excepción del tejado.