En los “Baños Andalusí” podemos encontrar tres zonas bien diferenciadas y que corresponden a reformas de diversas épocas. Un baño califal al Este, un salón de recepciones de época taifa y un baño de época Almohade al Oeste.
En el baño califal encontramos un pórtico, vestuario, sala fría, sala templada y sala caliente, así como horno, leñera y zonas de servicio. El recorrido se desarrollaba en recodo quedando las salas principales ocultas a la visión directa desde el exterior.
Como elemento de enlace entre el baño califal y el almohade encontramos un salón porticado. En su espacio delantero disponía de un jardín presidido por un surtidor, desde este pórtico se accedía al salón de recepciones, levantado en el siglo XI durante la taifa de Sevilla. El salón se hallaba flanqueado por dos pequeñas saletas laterales, una de las cuales servía de espacio de contacto con baño del siglo X y otra de paso directo hacia el pasillo de la leñera.
En el siglo XII bajo gobierno de los almohades se realizó la última gran ampliación del baño, se construyó un nuevo baño privado que reutilizaría la saleta lateral del salón como espacio de vestíbulo y que mantendría en uso el antiguo horno. A diferencia de los baños califales, los almohades incorporan un pequeño estanque para que lo usuarios se lavaran los pies.
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