El Paseo Marítimo es uno de los lugares que todo viajero que llegue a Coruña tiene que visitar y, aunque no quiera, le será muy difícil evitarlo, ya que da acceso a múltiples lugares de visita obligada en la ciudad.
Se dice que es el paseo marítimo más largo de Europa, con casi 16 km de recorrido en torno a la ciudad, por la zona litoral. Rodea toda la península donde se extiende la ciudad. Desde el primer momento ha sido concebido para facilitar el acceso al mar a todo el mundo.
Se articula como un clásico paseo, que combina diversas áreas: una zona peatonal de ancho acerado, en el lado exterior, limitado por una barandilla; un carril-bici, delimitado y señalizado; una franja de paso para el tranvía, compartiendo espacio con la calzada para los automóviles, y otra zona de acerado, algo más estrecha, en el lado más interno del paseo.
A lo largo de su recorrido se pueden ver el Castillo de San Antón - antiguo lazareto y fortaleza transformado en museo arqueológico (no accesible) - la famosa Torre de Hércules, símbolo de la ciudad, además de algunos de los edificios más reconocibles de A Coruña como la Domus o el Aquarium Finisterre, pasando por acantilados, estrechas calas y prados, hasta llegar a las amplias playas urbanas de Orzán y Riazor, separadas por el rompeolas que queda de la antigua muralla. Una vuelta casi completa a la ciudad, exceptuando la zona del Puerto.
Entre el mobiliario, en la parte más alta del paseo, destacan las llamativas farolas rojas, de inspiración modernista y de gusto discutible. Además, el paseo complementa su mobiliario con numerosos bancos de piedra para el descanso y el disfrute de las vistas.
La zona peatonal del paseo representa un conjunto realmente hermoso, mezclando los colores y los olores del mar por un lado, con el verde de flores y jardines, lo que permite desconectar en cierto modo de la vida de la ciudad.
Accesibilidad:
El ancho de paso es muy amplio. El suelo es compacto, homogéneo y en buen estado general, antideslizante tanto en seco como en mojado.
A lo largo del recorrido existen bancos de piedra, sin reposabrazos. En las zonas de paso de cebra y semáforos, las aceras están adecuadamente rebajadas. No existe protección entre el paseo y la carretera.
En la Avenida Pedro Barrié de la Maza, más o menos a la altura de la Calle Sol, se encuentra en la zona peatonal del paseo un quiosco con una cabina de aseo adaptado.
Siguiendo por el paseo, hay otros dos aseos adaptados: uno a la altura de la Torre de Hércules y otro en el paseo de La Solana.
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