La Playa de Riazor se encuentra al oeste de la península herculina, en pleno Paseo Marítimo; es una playa de mar abierto que empieza en la avenida de Buenos Aires y continúa en la Avenida Barrié de la Maza, hasta el rompeolas que la separa del Orzán.
Junto con la playa de Orzán, es la más conocida de todas las de la ciudad y uno de los destinos principales de los coruñeses y de los turistas que visitan la ciudad. Tiene una longitud de 600 metros, aunque sumando la contigua playa de Orzán, llega a unos 3 km de extensión.
Galardonada con la Bandera azul, es una playa de arena gruesa, apta para la práctica del surf, sobre todo en la parte del Orzán. Siendo una playa urbana muy céntrica, y por tanto muy concurrida, se abarrota cuando hace buen día.
Durante la época veraniega, es escenario de numerosas actuaciones musicales que la convierten en uno de los principales centros de ocio de la ciudad: rodeada de un gran paseo marítimo que goza de un gran ambiente veraniego, ofrece al visitante fiestas populares – como la muy conocida noche de San Juan, con miles de hogueras encendidas - espectáculos nocturnos y competiciones deportivas, restauración, bares y cafeterías y muchos locales a su alrededor para picotear y refrescarse.
La playa cuenta con aseos y duchas para los usuarios, alquiler de tumbonas, varios puestos de salvamento y socorrismo, primeros auxilios.
Según la información que se facilita en los rótulos presentes en la playa, ésta tiene accesos adaptados y cuenta con instalaciones adaptadas (vestuarios, duchas, sillas anfíbias).
Accesibilidad:
Las líneas de bus urbano que pasan por la Playa de Riazor son la 3, la 3A y la 7.
En la zona de paseo, el pavimento es duro y homogéneo, con una pendiente reducida pero sin barandillas laterales de protección.
A la playa se puede acceder por numerosos sitios: en la mayor parte de ellos predominan las escaleras, aunque tiene dos accesos mediante rampa, una de ellas con pendiente no excesiva.
Desde las rampas de acceso no hay pasarelas que permitan acercarse a la orilla. En invierno (época de la visita), la playa carece de cualquier instalación como las pasarelas de madera, que se colocan supuestamente en verano, siendo la costa sometida a oleajes frecuentes durante todo el año.
Dispone de servicios adaptados a personas con discapacidad física, como sillas anfibias o vestuarios adaptados.