La Playa del Matadero es una pequeña playa situada en el núcleo urbano, frente al Hotel María Pita y al lado de la Playa del Orzán, pero separada de ésta por la Rotonda de los surfistas.
Playa galardonada con bandera azul y principalmente compuesta por arena dorada y fina, bordea una de las curvas del Paseo Marítimo y está resguardada por el alto muro del paseo.
Su nombre viene del antiguo matadero de la ciudad que funcionaba allí. Es mucho más pequeña que la de Orzán y Riazor: su extensión es de apenas ochenta metros de longitud y una anchura de 20 metros, lo que, al ser también una playa urbana, hace que se llene rápidamente de gente.
Al estar más recogida no presenta tanto oleaje como en las anteriores playas, lo que hace que la playa sea más frecuentada por familias y personas mayores en busca de tranquilidad, que por adolescentes o surfistas. El nivel de ocupación de la superficie es generalmente bastante alto.
En las rocas de un lateral de esta playa está la escultura de La Sirena y en su entorno un mirador de reciente construcción con una cúpula. Siendo esta playa una prolongación del conjunto Orzán-Riazor, dispone más o menos de los mismos servicios que las anteriores: cuenta con servicio de duchas, una cabina de aseo autolimpiable no adaptada, vigilancia, salvamento, socorrismo y primeros auxilios.
Al final de la playa, hay una rampa de bajada que permite comunicarse con el paseo marítimo, alternativa a la escalera que baja desde la estatua del surfista.
Accesibilidad:
Se puede llegar en transporte público adaptado.
El acceso a la playa se realiza desde el paseo marítimo, a la altura de la Calle Matadero, mediante dos rampas, intervaladas de un amplio rellano, con bancos, una cabina de aseo autolimpiable (no adaptada) y una fuente de doble altura señalizada con el SIA.
La primera rampa cuenta con dos tramos de aproximadamente 15 metros de longitud y una pendiente moderada. La segunda supera los 50 metros de longitud, aunque su pendiente es bastante reducida. Ambas rampas cuentan con pasamanos laterales. Terminada la rampa se accede a la playa a través de unos escalones aislados, sin itinerario alternativo accesible.
Tanto la rampa de acceso a la playa, como la zona de duchas, terminan con un desnivel antes de la arena, lo que deja suponer la existencia de una rampa móvil instalada en el período veraniego.