La Plaza Mayor es el centro de la vida de la ciudad de Lugo. Se encuentra en el espacio medieval donde se celebraba el mercado durante el siglo XVI; posteriormente se construyeron nuevas edificaciones y se amplió la plaza.
De planta rectangular de 120 metros de longitud, ha sido lugar de encuentro y paseo de los lucenses, plaza de la vida señorial, que fue llamada Real, de la Constitución, de la República, de Isabel II, de España.
Presidida por la majestuosa Casa Consistorial, con el Convento de los Franciscanos (antiguo Seminario Conciliar) en el margen izquierdo y, al fondo, el Círculo de las Artes (no accesible), sociedad cultural lucense fundada en 1855, singular por su nobleza.
En el lado norte, merece la pena hacer un descanso en alguna de las terrazas situadas en la acera que bordea los soportales y que recibe el nombre de Cantón, que aún conserva de la antigua plaza algunas de sus casas de 2 o 3 alturas, con soportales en las plantas bajas.
En el conjunto de la plaza destacan sus hermosos jardines en el centro, junto con el quiosco de la música.
Situado en la cabecera de la plaza, el Pazo do Concello (Casa Consistorial) es considerado como una de las obras más importantes del barroco gallego.
Fue diseñado en 1738 por el arquitecto Ferro Caaveiro, uno de los maestros más influyentes de la época y de los máximos exponentes del barroco civil gallego.
Su fachada tiene una composición de dos alturas: la inferior posee un soportal con ocho arcos de medio punto que dan acceso a un porche.
La Torre del Reloj, que rompe la severa horizontalidad del edificio, fue añadida posteriormente a la creación del edificio, en 1871. Fue construída para dotar a la ciudad de una "hora civil", en contraposición a la "hora eclesiástica" de la Catedral.
La Plaza Mayor es un lugar de paso obligado, ideal para un agradable paseo en un entorno característico.
Accesibilidad:
La plaza está sobreelevada respecto a la acera, con lo cual por un lado se accede mediante escaleras. Aún así, el resto de los accesos a la plaza están enrasados con la acera.
Tiene una pendiente reducida en dirección a la Catedral, que no dificulta el tránsito por la plaza.
El suelo de los paseos principales presenta un firme compacto y homogéneo y en la zona ajardinada, aun siendo el suelo de tierra, tiene tramos en losas de granito, homogéneos y sin resaltes.
La plaza dispone de bancos sin reposabrazos, algunos con respaldo y otros no.
Cuenta con un baño público adaptado en el quiosco situado en el centro de la plaza.