El Alcázar de Jerez, requiere una visita por excelencia, ya que es el monumento más antiguo y uno de los más emblemáticos de la ciudad. El 75% de su recorrido es accesible.
Se construyó en el siglo XII y constituye uno de los escasos ejemplos de arquitectura almohade que existen en la Península.
Se sitúa, junto a la Alameda Vieja, en el ángulo suroeste de la muralla que rodea a la ciudad.
Entrar en este conjunto monumental es como viajar en el tiempo, ya que está compuesto por un amalgama de edificios: Mezquita, patio de armas, baños árabes (no accesible), molino de aceite (no accesible), torre octogonal (no visitable), aljibe, y zona arqueológica (parcialmente accesible).
Además cuenta con el palacio barroco de Villavicencio, donde se encuentran la cámara oscura y una farmacia, estas dos últimas no son accesibles si eres usuario de silla de ruedas, ya que el ascensor no llega hasta estas dos últimas plantas. Por el contrario si se puede visitar el resto del palacio.
En los bonitos jardines del Alcazar puedes encontrar, un estanque con peces rodeado de flores variadas, cipreses, olivos… un lugar perfecto para desconectar.
Accesibilidad:
Para los usuarios de sillas de ruedas, tener en cuenta la rampa que lleva a la mezquita, para bajar no hay problema, pero quizás para subir sea necesario ayuda.
El patio de armas es de cantos rodados. La gran rampa que lleva a la zona arqueológica, es de madera con pasamanos, quizás un poco más inclinada de lo deseable, pero perfectamente practicable. El itinerario de la visita está bien señalizado, con paneles de fácil comprensión.
El mostrador de venta de tickets está adaptado. El personal tiene nociones en Lengua de Signos.
En los alrededores del Alcazar, hay varias plazas de aparcamiento P.M.R, y existe un parking subterráneo que está justo en la Alameda, cuenta con varias plazas P.M.R. y ascensor.