La conocida por todos en Jaén como plaza del pósito se encuentra a escasos metros de la catedral, entre el palacio provincial y el también palacio de los Vílchez. Resulta una plaza muy famosa, pues en ella tienen lugar algunas de las leyendas más importantes de la ciudad. Recibe tan castizo nombre porque en ella se encontraba el pósito.
En la antigüedad, el pósito era un gran almacén de grano (trigo, cebada…), normalmente construido y gobernado por las autoridades, donde se acumulaba y guardaba el grano en tiempos de grandes cosechas para prestarlo a los vecinos en épocas de carencia a un módico precio, siendo instituciones muy importantes desde la Edad Media.
El pósito que aquí se ubicaba fue construido por el Ayuntamiento en 1547 y llegó a tener tres plantas con rampas para que pudieran subir y bajar las caballerías cargadas de grano. Aunque el edificio fue derruido en 1921, su majestuosa portada, en la que figura el escudo de Carlos I, ha sido conservada y puede observarse en el Museo Provincial de Bellas Artes. En esta plaza además se encuentra la cruz del pósito (pequeño monumento levantado allí desde antiguo cuya base procede probablemente de unas excavaciones en el barrio de la Magdalena) y la fuente también denominada del pósito, provista de dos caños metálicos con cabeza de león que derraman el agua a un pilar de frontal curvo.
Se trata pues de una pequeña plaza del casco histórico donde las gentes de esta tierra, ya desde muy antiguo, se han asentado a lo largo de los siglos, por lo que esta plaza es, en resumidas cuentas, un buen punto de partida para visitar el casco antiguo, realizar rutas turísticas o disfrutar de la gastronomía jiennense, siendo también la localización habitual de muchas y variadas actividades culturales (conciertos al aire libre, mercadillos medievales, etc).
Accesibilidad
En lo referente a la accesibilidad, cabe decir que no dispone de aparcamiento reservado, lo cual se debe a que es una zona comercial muy transitada. La carretera es de adoquinado, por lo que es de difícil circulación peatonal. El acceso principal se realiza a través de una escalera con pasamanos, pero las personas con sillas de ruedas pueden acceder mediante un carril algo mal señalizado que da a una rampa situada en el extremo anexo a la carretera. La plaza en sí tiene algo de pendiente. La circulación es un poco dificultosa debido al recogimiento de la plaza. Dispone de fuentes y papeleras accesibles y los bancos carecen de reposabrazos.