La plaza se encuentra en el casco antiguo de Jaén en uno de los barrios más populares de la capital. Toma su nombre de la iglesia que en ella se sitúa.
La configuración de la plaza y de la calle Merced Alta, como lo conocemos en la actualidad, quedó formada a finales del siglo XVI, con la construcción del antiguo Convento y la Iglesia de la Merced. El Convento data del año 1580 y fue construido bajo la Orden de los Padres Mercedarios, quienes se trasladaron a vivir allí tras dejar su residencia situada cerca de la Puerta de Martos. En 1836, a causa de la desamortización de Mendizábal, el convento tuvo que ser abandonado por los frailes. La iglesia es de construcción posterior, es de principios del siglo XVIII. Durante un tiempo el edificio sirvió como fábrica de tejidos y sederías. En el año 1970 se nombró otra vez parroquia. La fachada principal de la iglesia es barroca y está en la misma plaza y la fachada lateral puede encontrarse en la calle Merced Alta.
Al lado de la iglesia se encuentra la Fuente Nueva, de gran antigüedad, y que está adosada a un edificio próximo. Se surtía con el agua del raudal del Alamillo. Fue construida en el siglo XVI y su función principal era la de abastecer a los jiennenses que vivían en los barrios de Santa María y San Lorenzo.
En la plaza, frente a la Iglesia de la Merced y la Fuente Nueva, se encuentra el Palacio de los Quesada Ulloa, que fue casa del Capitán don Fernando de Quesada Ulloa en el siglo XVI. Ha sufrido diversas transformaciones en el tiempo. Anteriormente, fue sede de los Colegios de Carmelitas y Hermanos Maristas y más tarde de la Caja de Reclutamiento del Ejército. Hoy en día, conserva parte de la fachada primitiva así como escudos nobiliarios. Destaca la torre del edificio y el patio interior. Actualmente es sede de la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jaén.
Accesibilidad:
Para acceder a la plaza hay que subir por calles adoquinadas con bastante pendiente. Se puede circular por la plaza con comodidad. No hay pasos de cebra próximos. Los bancos son accesibles, pero no tienen reposabrazos. Hay una zona habilitada para el transporte adaptado. Los paneles informativos son accesibles, pero no disponen de texto en braille. Hay que mejorar su estado de conservación.
El acceso al Palacio es difícil, pero se puede apreciar su fachada desde el exterior.