El carnaval es una celebración que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (entre Febrero y Marzo según el año), y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle. Se trata de un período de permisividad y cierto descontrol. En la noche del Carnaval todo vale, y dice la leyenda que de ahí viene que los participantes se pongan máscaras.
El origen de su celebración parece probable que esté en las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio romano.
En Jaén es típico celebrarlas acudiendo disfrazados a fiestas de disfraces y participando en los pasacalles que se realizan y se amenizan con música alegre y rítmica. Además también se realiza el denominado Carnaval de Calle, en los que comparsas, chirigotas y demás agrupaciones cantan sus presentaciones, pasodobles, cuplés y popurrís en plena calle, para disfrute de los asistentes. También se hace el concurso de carnaval, en el que dichas agrupaciones actúan por turnos y compiten entre sí. Normalmente, los criterios que se siguen a la hora de evaluarlos son: originalidad del disfraz, armonía de los instrumentos, complejidad musical, riqueza en las letras, nivel vocal, etc.
Accesibilidad
Los pasacalles y el Carnaval de Calle se suelen realizar en vías de amplitud, anchura y buena visibilidad. Las fiestas de disfraces se organizan en locales de bares, pubs y centros de ocio, por lo que su accesibilidad dependerá del establecimiento en cuestión.
Los concursos se llevan a cabo, normalmente, en los teatros Darymelia o Infanta Leonor, los cuales tienen un nivel de adaptabilidad que garantizan la accesibilidad para el disfrute de las actuaciones.