La plaza de San Agustín es una plazoleta recoleta, punto de partida al casco histórico de la capital. A raíz de ésta ascienden callejuelas que conforman el entramado del Jaén de las tres culturas: árabe, judío y cristiano. A pesar de haber perdido gran parte de la esencia de su pasado debido a sus remodelaciones más modernistas, éstas evocan un reflejo de lo que antaño acontecía en esta castiza plaza.
De ella se sabe, por ejemplo, que en sus cimientos se asentaba un convento con uso de fortín militar. Además, en esta plaza se asentó durante varios siglos la morería, por lo que en la Edad Media conformó los terrenos de un barrio donde habitaba la población musulmana en la ciudad cristiana. Esta población encontraba en lo que hoy es esta plaza los telares en los que fabricaban ropajes y encajes, con los que se vestían y comerciaban. El nombre de ésta, con toda seguridad, proviene de la denominación de una de las puertas de la muralla que rodeaba la ciudad y su adjunto torreón, hoy desaparecidos, localizados entonces en la contigua plaza de los jardinillos.
Lo que hoy en día vemos es un espacio diáfano, muy propicio para pasear, visitar con niños o descansar. En ella destaca una bonita fuente en cascada cuyo sonido permite disfrutar de unos momentos de relajación. También se encuentra una monumental farola de bronce fundido, datada en 1896, que antiguamente se encontraba en la plaza de Santa María, y que arranca de un trípode decorado con bustos femeninos, siendo rematada por cuatro faroles, con uno central dispuesto a mayor altura.
Accesibilidad
En lo que a la accesibilidad se refiere, no presenta demasiados inconvenientes. A pesar de sus reducidas dimensiones, es espacioso para circular con normalidad. Antes de entrar a la plaza, encontramos un panel informativo dispuesto a una altura apropiada, y de fácil lectura. A la plazoleta puede accederse por tres entradas, una a la izquierda y dos a la derecha. Una de las de la derecha está compuesta por una hilera de escaleras con pasamanos. La otra de ese mismo lado es poco accesible, pues para utilizarla hay que ascender un pequeño escalón y sortear un estrecho suelo de madera, a modo de puente. La izquierda dispone de una rampa muy pequeña, y no presenta dificultades adicionales. Los árboles que allí se encuentran no tienen protección de alcorques. También hay contenedores en los laterales de la plaza y una papelera dentro de la misma, de uso accesible. La fuente sin embargo está a demasiada altura.