Es uno de los parques con más encanto y uno de los símbolos de la ciudad de Jaén, referencia y lugar de recreo de muchas personas, es ideal para pasear, hacer footing, leer o simplemente tomar el sol los días de invierno.
Su origen se remonta al siglo XVII y su riqueza natural se basa en un diseño de ajardinamiento clásico basado en una amplia variedad de coniferas entre las que destacan abetos, cedros, pinos, cipreses y tuyas, todas de hoja perenne. Con respecto a las especies de hoja caduca podemos disfrutar falsos plátanos, moreras de papel, árboles del amor y piazos.
La Alameda corona su riqueza paisajística con un gran número de especies arbustivas, en forma de seto, que se distribuyen por los parterres entre los árboles: spirea, contoneaster, coronilla, evónimos, boj, etc.
Cerca de La Alameda hay algunos lugares de interés como el Convento de las Bernardas, la Plaza de Toros, el Auditorio.