La ahora denominada Plaza de la Libertad, fue pensada para crear un espacio diáfano y amplio que diera desahogo a la Estación de Autobuses y a las manzanas de viviendas y comercios colindantes.
Antiguamente era conocida como plaza de Coca de la Piñera, en honor del que fuera gobernador de Jaén Fernando Coca de la Piñera durante los años 40. Su antigua versión fue diseñada sobre los años 20 por Luis Berges Martínez. El elemento más valioso de la misma probablemente fuera, casi con toda seguridad, la fuente de estilo barroco desaparecida desgraciadamente en el año 2006.
Cabe decir que por esta plaza tenemos acceso a la popular estación de autobuses y el no menos popular y ahora en desuso Hotel Rey Fernando. Por esta y otras razones, es testigo imparcial del desarrollo de la ciudad en el siglo XX.
Accesibilidad
Dispone de aparcamiento público que rodea al recinto. Dos de estas plazas de aparcamiento se hayan reservadas para personas con movilidad reducida.
Es un espacio amplio, diáfano, moderno y vanguardista, que carece de voladuras y obstáculos a destacar que impidan el paso. Tiene pendiente en sentido descendente no muy pronunciada y que no presenta dificultades significativas. Tiene un ancho de paso mínimo que cumple con lo necesario para la deambulación de personas en silla de ruedas.
Cuenta con espacios verdes, zonas de hierba y arboladas, además de fuentes de agua decorativas. Carece de cuarto de baño propio. Las señales verticales se encuentran en línea con la acera. El pavimento está en muy buen estado.
Dispone de bancos de hormigón que carecen de reposabrazos pero sí cuentan con espacio inferior. También, hay papeleras de diseño moderno, también de hormigón, cuya altura y disposición son accesibles. Al mismo tiempo, la plaza cuenta con dos fuentes para beber las cuales llevan incorporadas un original reloj de sol, que se accionan con pulsador pisador.