La Catedral de Santiago es el monumento emblemático gallego por excelencia y una de las mejores joyas de la arquitectura románica en España.
Este edificio acoge el sepulcro del Apóstol Santiago y es sucesor de otros anteriores que sirvieron para honrar los restos del Apóstol descubiertos en Compostela ("campo de estrellas") y para albergar a los peregrinos. Se convirtió durante la Edad Media, y sigue siendo, uno de los principales destinos de peregrinación en Europa.
Fue la piedra inaugural para la construcción de un núcleo urbano inicialmente delimitado con una empalizada en torno a lo que se llamaba locus Sancti Iacobi: Compostela. Con el tiempo el pequeño centro fue creciendo y el locus se convirtió en ciudad.
La Catedral fue declarada BIC y la ciudad vieja de Santiago de Compostela, que se concentra en torno a la Catedral, fue declarada bien cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con mil años de existencia sigue recompensando con su belleza a todos los visitantes y peregrinos del mundo que acuden a diario.
Cada una de las fachadas forma, junto con sus respectivas plazas, conjuntos urbanísticos de extraorinaria belleza: la fachada principal, en la Plaza del Obradoiro, la fachada norte o de Azabachería en la Plaza Inmaculada, la fachada este o de la Quintana, y la fachada sur o de las Platerías.
Si el exterior de la catedral es digno de ser admirado, también merece la pena visitar el interior, así como asistir a una misa, con su gran botafumeiro de lado a lado de la catedral, el inmenso incensario utilizado antiguamente para perfumar el tempo y eliminar el mal olor de los peregrinos que llegaban, muchos de ellos enfermos.
Accesibilidad:
La entrada principal por la Plaza del Obradoiro no es accesible. El acceso por itinerario practicable se realiza por la entrada situada en la Plaza de las Platerías, aunque se accede a ella pasando por la Plaza de la Quintana. El portón de entrada tiene una ceja de unos 8 cm.
En el interior de la catedral, los espacios visitables con itinerario accesible son la nave central y todas las capillas laterales, a las que no está permitido el acceso, se ven a través de las rejas.
Los pasillos son amplios y están libres de obstaculos.