La Rúa Nova es una de las rúas universalmente célebres del casco antiguo de Santiago y de las más pictoréscas.
Como la Rúa do Franco o la Rúa do Vilar, y paralelamente a ellas, se dirige hacia la Catedral desde la Praza do Toural.
Se encuentran en ella elegantes y antiguos edificios señoriales , pazos y casas viejas - aprovechadas muchas de ellas para la venta de productos típicos - con escudos en sus fachadas y hermosos soportales, en casi toda su longitud enrasados con la calzada, que permiten disfrutar de un paseo aunque bajo la lluvia, fenómeno no inusual en Santiago.Escribía Ramón Otero Pedrayo (Guía de Galicia – Galaxia, 1954) con respecto a esta calle:
" La Rúa Nova tiene este nombre desde el siglo XII (vicus novus) y fue siempre morada de aristocracia y de viejos oficios [...] Evocadora, solemne, noble, la Rúa Nova es una avenida en que dominan las grandes casas, cuyas fachadas corren graves las neoclásicas, alegres las barrocas, sobre las líneas arcadas de los soportales o se alzan del suelo empredrado de grandes losas.
[...] La fachada, pórtico y torre de la Iglesia de Santa María Salomé, inserta en la gravedad de la rúa más hidalga por su aspecto de Compostela, la ingenuidad de las campiñas y del arte románico."
En cuanto a lo monumental, destaca – como anteriormente mencionado - la Iglesia de Santa María Salomé, un pequeño templo románico coronado por una torre barroca del siglo XVII, el único en España dedicado a la madre del Apóstol Santiago.
Accesibilidad:
Casi todo el casco antiguo es principalmente peatonal, con un transito ocasional de vehiculos en buena parte de las calles.
La calle no tiene aceras y los soportales están enrasados con la calzada, con lo cual no hay desniveles durante casi todo el recorrido.
La pavimentación es de losas de piedra, homogénea y sin obstaculos que dificulten el paso.