La Plaza Alfonso II El Casto es la más representativa de las plazas de Oviedo, quizás también por ubicarse en su entorno la Catedral de San Salvador.
De trazado rectangular, en ella convergían durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna las principales calles gremiales de Oviedo.
Está situada en la zona más turística de la ciudad y su entorno cuenta con un conjunto de nobles edificios.
Además de la imponente catedral gótica y del Jardín de los Reyes Caudillos ubicados a su lado, destaca el Palacio de Valdecarzana y Heredia en el lateral izquierdo de la plaza, declarado Monumento Histórico Artístico: de estilo barroco, construido en 1627 y posteriormente reformado en 1774, fue la residencia de los marqueses de Valdecarzana-Heredia, cuyo escudo de armas se puede observar en la parte central de la fachada.
Este palacio albergó un casino desde el siglo XIX hasta el año 1931; en la actualidad es la sede de la Audiencia Territorial de Asturias.
Tras la Catedral, el edificio más destacado de la plaza es la Casa de la Rúa o Palacio de los Marqueses de Santa Cruz de Marcenado.
La casa de la Rúa es uno de los edificios civiles más antiguos de la ciudad. Esta austera construcción tardogótica, edificada en el siglo XV, es uno de los pocos edificios que sobrevivieron al gran incendio de la ciudad de 1521.
Se trata de un claro ejemplo de arquitectura medieval, con vanos dispuestos de forma desordenada en la fachada y un patio con jardín interior. Su paso por distintas épocas y estilos artísticos lo convierte en un edificio imponente y ecléctico de personalidad propia, singular belleza y enorme valor artístico.
A su lado, la Capilla de la Balesquida, capilla barroca del siglo XVII, reconstruida en 1725.
La figura quizás más representativa de la plaza y uno de los símbolos de Oviedo, es la preciosa escultura de bronce de la Regenta, considerada como un homenaje a Leopoldo Alas "Clarín".
La Plaza de la Catedral, céntrica y monumental, acoge tradicionalmente cada año las principales actuaciones musicales dentro de las fiestas de San Mateo.
Accesibilidad:
Toda la zona carece de aceras, siendo la plaza un espacio reservado únicamente al tránsito peatonal.
La plaza se compone de dos niveles, bien comunicados: se accede a la zona más alta, donde se sitúa la estatua de la Regenta, por un itinerario con pendiente.
Los espacios son amplios, el pavimento es compacto, homogéneo, sin huecos ni resaltes, lo que permite una cómoda circulación.
La plaza dispone de bancos con respaldo y sin reposabrazos.