El Campo de San Francisco es el principal pulmón verde de Oviedo. Situado en pleno centro de la ciudad, está rodeado de las calles más importantes y comerciales como la calle Uría, lo que lo convierte en un lugar para descansar del bullicio de la ciudad, espacio de recreo y paseo de generaciones.
El origen del Campo está relacionado a la historia de Oviedo del siglo XIX, cuando pasó a años del Ayuntamiento y se decidió transformar en parque urbano los terrenos que constituían el antiguo huerto-jardín del Convento de San Francisco, levantado donde hoy se encuentra el edificio de la Junta General del Principado.
Su vegetación cuenta con una gran riqueza de especies diferentes de árboles y arbustos, entre los que destacan castaños, plátanos, robles y negrillos.
Uno de sus atractivos es el Jardín Botánico. Tiene más de un centenar de especies diferentes, de las cuales varias de origen africano o americano.
Destacan las fuentes ornamentales, La Fuentona y la Fuente de las Ranas, además del Quiosco de la música (1899), o las ruinas de la portada románica del viejo templo de San Isidoro, entre otros.
El Campo acoge además, entre su frondosa vegetación, una serie de monumentos y estatuas dedicadas a personajes vinculados a los ovetenses.
Otro de los lugares más atractivos del parque es el Estanque de los Patos, donde se pueden encontrar diferentes tipos de aves, patos, cisnes y pavos reales, que se han convertido en un icono del Campo de San Francisco. Es un estanque que permite la protección de estos animales junto a la posibilidad de su observación, respetando su entorno.
En la actualidad el parque acoge numerosos actos y conciertos de música dentro de la programación cultural de la ciudad de Oviedo.
Accesibilidad:
El parque está ubicado en una zona con pendiente, con lo cual muchos de sus paseos tienen una inclinación.
Algunos de los accesos están enrasados con la acera exterior, sobre todo en el paseo arbolado, prolongación de la Calle Uría. Los espacios son muy amplios y permiten una cómoda circulación.
El pavimento es de hormigón, homogéneo y compacto.
El parque dispone de bancos con respaldo.
En el paseo de la Calle Uría hay una cabina de aseos públicos adaptada.