La Catedral de Oviedo, consagrada a San Salvador, se encuentra en pleno centro de la ciudad. Es sin duda la obra más destacada del gótico asturiano y el monumento símbolo de Oviedo.
Abierta hacia la plaza, está situada en un entorno de edificios que le confieren un aire señorial. La catedral tiene sus orígenes en la basílica prerrománica levantada por el rey Alfonso II el Casto, en el siglo IX, que reemplazaba la primitiva iglesia edificada por el rey Fruela I y destruida por los árabes en el año 795.
Demolida la anterior basílica románica y prerrománica, se empezó la construcción del edificio gótico, tal y como se conoce hoy en día, a finales del siglo XIV, y se prolongó hasta finales del siglo XVI, con aportaciones y ampliaciones en los siglos XVII y XVIII. De la anterior basílica sólo quedan la torre románica y la Cámara Santa.
En la Catedral se reflejan períodos y estilos artísticos de distintas épocas, fusionando principalmente gótico, con estruturas de estilo perrománico (Cámara Santa), románico (Bóvedas), renacentista (remate de la Torre) y barroco (Girola y capillas que la componen).
La Cámara Santa está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, dentro de la categoría "Monumentos de Oviedo y el Reino de Asturias".
Famoso el refrán que dice: "Quien va a Santiago sin pasar por El Salvador, visita al siervo y no al señor", pues esta catedral tiene una estrecha vinculación con el Camino Primitivo de Santiago, ya que el Rey Alfonso II fue el primero en emprender el camino hasta la ciudad de Compostela.
Excelente muestra de arte gótico y sitio emblematico de la ciudad, que no se puede dejar de visitar.
Accesibilidad:
La zona exterior a la catedral es peatonal, el pavimento compacto y homogéneo.
El acceso principal de la catedral, situado en su fachada anterior, tiene cuatro peldaños.
La entrada accesible es por un acceso secundario: la Puerta de la Perdonanza, en la Travesía de Santa Barbara. Esta entrada cuenta con una rampa con pendiente adecuada, posterior a una verja que suele estar abierta. Sucesivamente hay una puerta de bronce enrasada con el exterior.
Se puede visitar toda la parte baja de la catedral y casi todas las capillas, que están a ras del suelo.
No son accesibles la Cámara Santa ni el Museo Diocesano, situados en la segunda planta, a los que se accede por escalera sin itinerario alternativo accesible. Junto con el Claustro, configuran la ruta en la que consiste la visita de pago.
Excepcionalmente se permite a personas con movilidad reducida visitar el Claustro, accediendo por u