La Calle Rúa y la Calle Cimadevilla (que es su prolongación), son quizás el tramo más importante y más concurrido del conjunto histórico de Oviedo, ya que conectan la plaza de la Catedral (Plaza Alfonso II El Casto) con la plaza del Ayuntamiento (Plaza de la Constitución).
La calle Cimadevilla empieza pasado el arco de la Casa Consistorial, donde figuran las placas de reedificación (1780) y de reconstrucción (1943). Es una de las vías principales del antiguo Oviedo, ya que por ella ingresaban viajeros, peregrinos y comerciantes.
Durante la edad media representaba una de las arterias principales de la ciudad, encontrándose al final de ella la Puerta de Cimadevilla de la muralla medieval.
Posteriormente, en el siglo XIX, se convirtió en una de las vías preferidas para paseos y punto de encuentro y reunión.
Hoy en día es una vía peatonal, en la que pueden encontrarse elegantes cafés y restaurantes, así como tiendas de recuerdos. Las fachadas de los edificios que conforman la calle están en su mayor parte restauradas encontrando diversos estilos arquitectónicos, principalmente barroco y modernismo; entre ellos, se encuentra la antigua sede de la Banca Masaveu (1882), obra del arquitecto Javier Aguirre.
La Calle Cimadevilla continúa hacia la plaza de la Catedral, cambiando su nombre en Calle Rúa.
Una bifurcación divide las dos calles, situándose a mano derecha la calle San Antonio y a la izquierda la calle Altamirano. Este punto conforma una pequeña y característica plaza, utilizada por el restaurante La Carta de Ajuste (véase ficha correspondiente) como terraza y agradable lugar de parada.
La Calle Rúa, continuación de la Calle Cimadevilla, desemboca en la plaza de la Catedral.
En la edad media era conocida como Tenderos o Cambiadores por la actividad comercial que en ella se desarrollaba.
Las casas de la calle de la Rúa eran de madera, hasta el incendio de 1521, en el que ardieron los edificios de la calle, a excepción de la Casa de la Rúa, por ser la única construida en piedra.
Tras el incendio los edificios que se construyeron en la calle son de tipo regional, con elementos añadidos en los siglos XVII y XVIII.
En la calle de la Rúa se encuentra el lado posterior del Palacio de Velarde, hoy Museo de Bellas Artes de Asturias.
Accesibilidad:
La calle es peatonal y no tiene aceras, con lo cual no hay desniveles durante todo el recorrido.
La pavimentación es de losas de granito, bastante homogénea y sin obstaculos que dificulten el paso. La calle tiene una ligera pendiente.