El Museo de Bellas Artes de Asturias está instalado en dos edificios históricos del casco antiguo de Oviedo: el Palacio de Velarde, en la peatonal Calle Santa Ana, y la Casa de Oviedo-Portal, en la Calle de la Rúa, si bien este último edificio se encuentra temporalmente cerrado al público, con motivo de las obras de ampliación del museo.
Construido en el siglo XVIII, por el arquitecto Manuel Reguera, el Palacio de Velarde fue declarado MIC en 1983. Antes de convertirse en Museo de Bellas Artes, fue convento y colegio de las religiosas de Santo Ángel.
Se trata de un edificio barroco de tres pisos, organizado en torno a un patio interior.
La fachada principal, de la Calle Santa Ana, es de sillería trabajada, con una puerta enmarcada por columnas y rematada por el escudo de los Velarde. Es de destacar la escalera de piedra de tipo imperial, que da acceso al piso principal.
El patio del palacio, es hoy en día el punto de partida de la visita y en él se encuentra el punto de recepción e información del museo.
Cuenta con un rico patrimonio cultural, de más de 8.000 piezas de los siglos XIV al XXI, y constituye una de las mejores colecciones públicas de arte de España, con excelentes fondos de pintura española y asturiana, y significativos ejemplos de escuelas europeas (destacando la italiana y la flamenca), escultura moderna y contemporánea, dibujo y obra gráfica (especialmente de los siglos XIX y XX), fotografía y artes industriales.
Accesibilidad:
El acceso principal del museo tiene un escalón de al menos 15 cm de altura. Se salva el desnivel con una rampa no permanente que se coloca previa solcitud.
La puerta de entrada es acristalada, con señalización de alto contraste cromático.
Dispone de ascensor. Los botones de la cabina tienen contraste e información en braille.
La circulación por las distintas salas es cómoda y, el pavimento es homogéneo.
Los bancos para el descanso no cuentan con respaldo ni reposabrazos.
El museo no dispone de aseos adaptados.
El centro ha programado visitas guiadas con audiodescripción para personas con discapacidad visual; con intérprete de lengua de signos; adaptados a niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual y para personas mayores con necesidades especiales.